En este momento voy a traspasar el umbral de mi soledad solo para oler tu perfume que persiste en esos oscuros pasillos. Sin que tú sepas te voy a visitar, escondido en las esquinas para que no me veas y no escuches mi respiración agitada. Sin previo aviso surges de una salita, con tu uniforme rojo... Tengo que morderme los labios para no correr a tu lado. Te miraría intensamente a los ojos y primero un beso tierno, luego otro largo y apasionado estremecería nuestros corazones. Se que te sonrojarías, quizás tus pacientes se burlarían de nosotros... que importa. Ay mi amor, si nada importa más que nosotros!
Texto agregado el 29-11-2007, y leído por 118 visitantes. (0 votos)