El guisado esta trinando de hervor dentro de la olla,
un sonido como de cascabeles,
sube con el vapor que sale del tuco.
Me detengo en este punto de la perpectiva,
pues todo buen guisado,
merece de parte del cocinero,
un silencioso sobrecogimiento parecido a una pausa para meditar.
Despues mi ojos como una camara de filmar,
recorrieron el espacio sin querer destacar nada,
como si fuesen un par de anteojos ajenos a mi.
Yo estoy pensando, mientras cocino un guiso de lentejas con choriso cantinpalo,
Y mirando, como de reojos,
con ternura todo a mi alrededor,
en el conflicto que existe en el medio oriente,
en esa bendita cumbre por la paz,
que alienta esperansas...