- Desatinado el vetusto entendimiento
de coronas de hiedra desparramadas
en la frente de algunos de los maestros
de la desacertada conciencia humana...

Caen las hojas removidas por el viento
que nos llega de fronteras tan lejanas
que perderíamos el entendimiento
si osáramos con los ojos abarcarlas,

pues, ¿qué queda hoy de ese sentido común
que la ignorancia inculcaba en las personas
antes de la aparición de la conciencia,
de cuando yo no era yo ni tú eras tú
de cuando no había minutos ni horas,
qué queda del origen de la inocencia?
24-3-02