Cuando viajaba a los EEUU., un 16 de Abril y me toco pesar mi equipaje, en la cabeza me rondaba una idea, la aerolínea no permitía sino dos maletas, y no mas de 70 libras en cada una.
Para mis adentros pensé, si ellos supieran que yo tengo aquí una maleta adicional con un peso incalculable.
¿Cómo podrían ellos calcular el peso de mis sueños?. ¿Mis ideales? Y todo lo que planee lograr en los EEUU.
No tienen forma.
Ese día sentí que burle a la aduana, porque esa era mi tercera maleta y solo se podían llevar dos.
Esa maleta todavía la llevo conmigo y la he empezado a abrir poco a poco.
Todavía me quedan muchas cosas por usar, siempre recurro a ella cuando tengo una duda de lo que debo hacer.
Esa maleta es tan preciada que siempre encuentro lo que necesito.
Mi traje de optimismo lo llevo intacto y lo uso todos los días, nunca se ha ensuciado y es mi mas preciada ropa, jamás me abandona, ha sido confeccionado del mejor material.
¡Gracias a Dios que antes de venirme, dedique tiempo a preparar la maleta!