Ayer, fue un día para que recordemos a todas las personas que pasaron y están presentes en nuestra vida.
Fue ayer, que estuvimos conversando o compartiendo alegría, y muchos la tristeza de nuestros amigos o familiares.
Ayer, fue un día especial, para tener presente y entender que "el valor de una vida se mide por las vidas que tocas" (Sergio Valdivia, www.serfeliz.net).
Fue y debe ser siempre, para perdonar a muchas personas y continuar con la amistad.
Fue y debe ser siempre, para comunicarnos con nuestros padres que hace tiempo no lo hacemos o estamos disgustados.
Fue y debe ser siempre, para encontrar o darnos cuenta de aquella persona que amamos y está a nuestro lado.
Fue y debe ser siempre, para saber que estamos con Dios y pone en nuestro camino a muchas personas para que aprendas de ellas, de sus lecciones, de sus experiencias, de sus conocimientos y sus dones.
Solo ayer, fue un día más para decir a quienes son tus amigos: "Te quiero mucho y gracias por tu amistad".
Solo ayer, fue otro día más, para decir a la persona que amas mucho: "Te amo y mi compromiso sigue para estar siempre a tu lado".
Solo ayer, fue como cualquier día, para decir a tu mamá y a tu papá: "Gracias por el esfuerzo que hicieron y hacen por mi".
Solo ayer, ha sido, como debe ser todos los días, levantarse y dar Gracias a Dios por tener a muchas personas que nos brindan su amistad, comprensión, cariño, respeto, dedicación, entre otros detalles.
Y hoy, como si fuera ayer, y como debe ser todos los días, recuerda que soy una persona que te brindo mi amistad.
Gracias por brindarme también tu amistad.
Fredy HF (c) 2007
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