Fugaz se hecha a volar entre frescura de transparentes luces, brillante, armonioso; tenue bajo las sombras de su interior, suda, se sacude, temblores entrañables socavan su estabilidad, declina, tiende a caer pero no, es integro, y no se desprende de si.
Olas lo sacuden y su vuelo no se detiene, planea sobre majestades, esclavos del horror, y penumbras risueñas, sonrisas sarcásticas en la mira de su corazón, su retirada es inminente, y sin embargo una cierta seguridad lo colma de paciencia, suele querer ser envestido por correntadas distantes, que lo hagan desistir de su rumbo, más no es frágil, y lo es honesto consigo.
Es durísimo el vuelo, en planos rígidos, pero más duro aún enfrentar frescas mentes, de paraísos racionales! |