El arroyo abandonado
Bajo la atenta mirada de un cielo ocre, yacían las ruinas de lo que antes fue un orgulloso arroyo.
Vacío ya de sus secretos, sin ostentar la lujuria de lo oculto, lo que alguna vez fue un frondoso caudal, meditaba acerca de su involuntaria condición.
Lo que fue su fondo dibuja ahora una topografía ávida de nuevos secretos, y mientras tanto, intentando volver a ser, solitaria, una gota clamo ser un mar.
Vida y obra de su sadismo, un cúmulo de nubes pasajeras anuncian lo que jamás volverá.
No se presentaba, ni cerca ni lejos, ni antes ni ahora, ninguna manifestación de vida mas allá del frondoso bosque que enmarcaba las ruinas del viejo y sediento arroyo.
Así como si nada, aparece una ondina.
Enojada ella, por no poder gozar de su morada, decide transformarse en mujer, esperando, no en vano, que algún otro elemental decida abandonar su eterna condición, y así juntos puedan concretar.
Su caminata es eterna por los bastos confines del bosque, su búsqueda es eterna, y tiempo es lo que sobra en este paraje singular.
Una figura se divisa a lo lejos, otro elemental. Al calor de un fuego masticaba tiempos y lamentaba su condición de eterno solitario, guardián de algún secreto que no se animaría a cuestionar ni mucho menos a divulgar.
El elemental sabia que era objeto de una búsqueda y merced a su misión decide transformarse en hombre.
El verde es testigo del fortuito encuentro y ellos lo saben, no le deben explicaciones a nadie, solo a si mismos.
Ella también era guardiana de incuestionables secretos. Tal vez los mismos, tal vez no.
Ambos beben ahora del árbol. Durante 9 días con sus noches absorben los otros secretos, aquellos que los guiaran de aquí en más.
Amparados e influenciados por el espíritu del bosque, logran ellos dos desviar el cauce de un rió lejano, desesperados así están, en devolver la vida a este arroyo condenado.
Mas no volverá a ser lo mismo, pues la mano de los ahora humanos, serán quienes den vida al antiguo y olvidado curso de agua. No será pues, obra y gloria pura de la naturaleza, solo serán ellos dos, humanos y concretos, encargados de dar vida a toda una nueva generación de mitos y leyendas.
AZM
MMV
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