Estoy dibujando con la boca tu silueta,
Mujer, en la cuna del tiempo,
Con gramos de sol en las venas
Corriendo por amarrarte de un suspiro
A lo invisible.

Ven, hija del artificio,
En pausa espera a que las cosas
Encuentren su calma,
Dejaré por mientras que fumes del humo
Que se entibia contigo en mi pecho.

Caminemos despacio por el agua.

Ven, ninfómana silenciosa,
Y cuenta hasta Dios con los ojos callados,
Espera a que me funda bajo la lluvia tuya
Y no salgas a buscar mi nombre sin tus alas.

Cierra la cortina de las horas,
Mujer,
No existe la soga del tiempo por allá adonde vamos,
Ven, caminemos despacio por el agua
Y quemémonos en el último cigarrillo
De la noche.

No es el acto mismo lo que nos tiene
Rasguñando precipicios,
-Con el cuello en vaivén imitando el latido-
Sino es lo otro;
La tarde que enciende de un solo rocío
Las velas del deseo.

Caminemos despacio sobre el agua,
Afirma mi brazo y veré que no te hundas.