Tic, tac, tic, tac, tic, tac.... el martilleo del segundero que marca el tiempo en el reloj de mi vida resuena en mi pecho hueco aumentando la sensación de vacío que se ha convertido en mi triste rutina. Cada golpe un empujón que me hace retroceder aislándome por completo, me aleja y sumerge en una sombra iluminada, como la sala blanca y acolchada en la que se encierra a los locos en los manicomios para evitarles un contacto con el exterior, con ese mundo dañino que les hizo llegar a semejantes delirios... y sólo un aire, cada vez menos oxigenado, hace compañero mientras ya no sólo su mente se enturbia; su alma, gris plateada, va sucumbiendo lentamente, poco a poco, con un ritmo pausado pero constante... al tic tac del reloj.... (preparémonos para el duelo)......
.....................................tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac.............................................
...........................................{vacío.........agonía.............soledad}............. .......................................
......................................tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac............................................
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