El alma se estira
a lo largo y a lo ancho
de este viernes,
que se sacude
inevitablemente,
enredado
en unas manos vacias.
Sombría melodía
gotea en los zócalos,
a oscuras,
garabateando estrofas
mal rimadas.

-Y los insectos se suicidan de frío-

Y el alma se estira,
acorralada de ausencias,
inventando sonrisas
torcidas,
escondiendo la lengua
que sangra
y se desangra,
de morder secretos.

-Nocturno silencio en este viernes-

Desiertos que se maquillan
las fisuras,
para chapotear
lejos de los pantanos
de la locura
y obtener un abrazo
de cristal.
En este viernes
que se estira,
a lo largo y a lo ancho
de mi alma...