Siento tantas cosas en este momento que quiero expresar, que no me alcanzan los segundos para sacarlas de golpe y de una vez, todas juntas y que ninguna quede sin mencionar.

Es inútil trata de ponerle nombre a lo que siento, porque por más que lo intento y pasaron tantos días intentándolo, no lo consigo.

Esta vez, viene en forma de bronca, de ira, de indiferencia, negatividad, odio…

Es curioso como nada lo ocasiona y sin embargo, todo lo influye.

El vació que sentía en mi pecho, ya no se siente como tal. Eso es lo raro. Que siento todas estas cosas negativas y por primera vez en años, siento que mi corazón está más lleno.

No sé si será la música, si serán mis eternas reflexiones o mi búsqueda de libertad en mi ser… no sé si será que finalmente acepté y asumí que aunque sea muy lindo compartir la vida con otras personas, uno tiene que valerse por sí mismo y no depender de nadie. Menos que menos comprometer los sentimientos.

Cuanto más fuerte soy, cuanto más libre, menos quiero entregarme, porque cada vez menos vale la pena.

Y aquellas cosas que hice que antes las contaba como viejas anécdotas, no dejan de visitar mis pensamientos todos los días.

No solamente ellos. También nuevo demonios que vienen en los momentos menos oportunos para con mi gran imaginación, crear escenarios, personajes, diálogos de cosas que nunca van a pasar y que, lamentablemente, estoy empezando a querer, a desear que pasen…

Tengo tantas sensaciones en este momento y a la vez tanta paz y tranquilidad que me asusta, porque solo una vez recuerdo haberme sentido así. Tan calma, tan pacífica, tranquila y a la vez tan lastimada y enojada por dentro.

Tantas veces ya canté la canción que le escribí, que hasta mismo perdió un poco de sentido. Pero el sábado pasado sentí que una lágrima quería salir..