Detuve el beso
antes de llegar
a tus labios.
No sentí
el calor de tu aliento.
¡¿Cuánto hará
que estás así
fría y muerta?!
Besé tu frente
y me marche,
tu quedaste
con los ojos redondos y
bien abiertos,
como sorprendida,
mirando no sé qué
quizás recordando
quién era yo
o mirando
lo profundo del tiempo.
Claro sin darte cuenta
que no vivías.
Texto agregado el 30-03-2004, y leído por 179
visitantes. (4 votos)