Por debajo de mi corazonzuelo triste
Rozagante vas caminito largo

En las tardes de luces con pena también
Sinuosos senderos desdibujados

Desde arriba la blanca miraba sin vernos
Cuando en la tierra bailamos con barro

En mis uñas se corta a veces la lengua
Y no reímos con santo descaro

Enamorada de un bruto de ley
Dejó a los salvajes revolver a mano

Con eso volamos infiernos voraces
Y armamos candombe rojo y magro

Por su culpa fue que dormimos ayer
En la calle de los derrumbes vedados

Y montamos funerales y marchas alegres
Con los negros, los chinos y los ahorcados

Mientras se parte la espalda escupimos
Veintena de poemas difuntos y amargos

Mientras fornica cansada y en paz
Centena de llantos risueños extasiados

Meneamos caderas conspicuas y audaces
Al ritmo de cumbiones violentos y sangrados

Aullábamos con los perros sarnosos
Si estos gritaban nuestro nombre en el campo

Y con los groseros nos vestimos de culebra
Nos disfrazamos de espasmo

Comimos membrillos y moras silvestres
En leyendas de maldiciones y encantos

Espantamos al diablo y a dios
Danzando milongas y corridos de narcos

Mientras seguías lo mismo muerta
Que cansada y plena allá en tu atrio

Allá con la gente de hierro, plástico y asfalto
Lejos de nosotros los ratones de los cuales tanto te canto