Y he aquí que estás
frente a mí, como un pollo mojado,
mojado y aterido por la vida,
no te ha tratado mal, sin embargo,
perdiste el fuego, el ímpetu,
eres un pelele absurdo,
el bosquejo minimalista,
de un sueño perdido.
Tu horizonte se acható
no ves más allá de tus narices,
vas y vienes por inercia,
como un papel expuesto al viento,
los recuerdos se aglomeran en tu cabeza,
almanaque inútil de nombres y situaciones.
Antes soñabas con vacaciones
en un lugar exótico de La Riviera,
querías sol, música, fiestas, vida,
amabas, eso es indudable,
ahora, tu preocupación máxima
es que el doctor te vea la próstata,
sueñas con llegar a casa temprano,
para recostarte al lado de aquella
¿que aún amas?
La vida es tramposa, no te lo discuto,
te recortó las alas sin que te dieras cuenta
y ahora llegas frente a mí, solo y triste,
como un pollo entumido, sin corral
ni destino...
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