Preparo las maletas, guardo sólo lo indispensable, para que más, no voy de vacaciones, sé que estoy escapando, pero de qué o de quién?. Eso es lo que quiero saber, ¿qué está pasando con mi vida, qué está pasando conmigo?.
Quiero irme lejos, adónde no lo sé, no me interesa, necesito encontrarme, necesito ser yo nuevamente, ¡puede ser que tantas cosas hayan podido cambiarme!,ya no soy la auténtica, siento que otra persona vive en mi, realiza todo por mí.
El viaje será largo, a un lugar desconocido, con gente nueva, donde me miren distinto. Las bocas esparcirán algunos murmullos con picardía secreta, otras evocarán una sonrisa, de amistad o de indiferencia.
La hora de partida ya llega, me acomodo en el asiento, no quiro compartir el viaje con nadie, no quiero soportar a alguien haciendo preguntas o comentarios incoherentes. Mi mente está ocupada por pensamientos que no desean ser interrumpidos por nada.
El torbellino de gente va quedando atrás, el bullicio se pierde de a poco, cada vez menos personas caminando por las calles, todo empieza a perderse.
Lo único que queda es el alboroto en mi cabeza, ideas que van e ideas que vienen. Quiero poner todo en claro lo mas pronto posible, no puedo vivir de este modo, no es grato estar así.
Ver el campo me gratifica, ya el aire es distinto, se respira mejor. Mis ojos empiezan a cerrarse, no puedo crrer sólo son unos kilómetros los que desandamos y ya me siento mas relajada.
Mi corazón late más tranquilo, creo que es la mejor decisión que pude tomar desde hace tanto tiempo, esta vez creo no haberme equivocado.
Estoy dejando muchas cosas atrás, pero es necesario, también quiero sentir por mí, basta de hacer todo pensando primero en los demás, hoy primero estoy yo.
Ya siento la libertad que está corriendo por mis venas, mis cadenas se están rompiendo. El oxígeno está purificando mi sangre, parte de lo propuesto se está cumpliendo.
Sólo falta llegar, para lograr poner en claro mis pensamientos.