Quien no ha tenido un extraño sueño mesánico y ha despertado bañado en sus angustias....

Un sueño tuve, como salido del centro de la tierra.
Veía como se acercaban desde el cenit,
agudas sombras de tormentas, así las vi
envueltas en luz radial de plutónica fiereza.

La lluvia latigueaba las carnes en descubierta
y el viento aullaba como lobos en jauría.
Mostrándome la total fuerza de su furia.
Escondiéndome perdido tras las ramas de mi puerta.

Yo en sábanas pantanosas me revolcaba.
haciendo coro con el grito de la naturaleza,
mientras era azotado y en revuelcos por la pieza.
Me desparramaba en pedazos y volaba.

Apretando mi pobre cuerpo a las bailante sábanas,
me despertó el eco de mi espantado grito;
sopeando en barbilla y cara, el sudor espantadizo.
Mientras recuperaba la lucidez de la perdida calma.

En la fiera y desigual batalla entre lo oscuro ,
y la razón de atávicos y serpenteantes sueños;
de la sin razón despertada al galope y sin dueño.
En donde el corazón desfallece y la muerte aprieta duro

¿Será la locura que escarba como infernal oruga?
¿O será una mesiánica respuesta a tanta infamia perversa?
Que se muestra día a día y resbala por la piel en vileza.
Como el aceite quemante de la indiferente tortura

Así nos dejará helados, inertes y sin alma.
Temo dormirme no tengo la fortaleza,
de soportar otro ataque de mesianismo en vivencia.
Así me duermo agarrado de pies y manos a la agotada cama

Nomade...pensando