La artística belleza
En la manualidad
Se demuestra
En una joya singular
De un pueblo al Este
De Europa al final.

Heredera del esplendor Bizantino
A la caída de su civilización
En manos de su acérrimo enemigo
Los fieros y bravos Turcos Otomanos
Atacada por sus cuatro costados
Logra al fin su identidad en la Rusia invernal

Quién haya visto el arte de este orfebre mágico.
Que hizo soñar a un Zar.
Con cuentos de hadas.
Envueltas en oro, perlas y jade
Para regalo a su amada
En su palacio de nieves y escarchas.

Tú. ¿Has visto esos huevos rusos?
¿Qué son verdaderas sorpresas?
Van unos dentro de otros
Son como multiusos coloridos
Los hay de simple madera
Y unos de singular belleza
Le dicen de Fabergé
Por el orfebre del zar

El primero es de plata, diamante,
y en azul esmalte.
En delicada orfebrería,
una delicia para la vista.
Un deleite para el alma.
Como un artista
pudo crear belleza,
de cosas tan terrenas

Tú eres así como esa joya.
La más externa.
Ese primero guarda tus sentimientos.
Muy adentro donde esta el amor.
La soledad y la tristeza.
Así escondidos.
Envueltos en tu dolor.
Que son tu fuerza.

El segundo más pequeño
va dentro del primero
Es de oro con esmaltes verdes y zafiros
Ahí están tus penas de amor
Rodeadas de bella calma
Tu sensibilidad de mujer
Tu deseo de ser
Tu esperanza de ser amada.

El tercero y último, es de belleza exquisita
Todo en oro. Esmaltes rojo y café
Al centro un unicornio en espera
con su corazón abierto en rojo
Color de reyes, color apasionado
Con un Té Amo esmaltado a fuego
intenso como debe ser
en este amor que te entrego
Bella mujer

¿Ves? Eres una preciosa joya
encerrada en la profundidad
de tus sentimientos
Un bello huevo de Fabergé
De delicada hermosura y calidad
Sigue creando belleza y poesía
que sale de tu corazón y es tu vida
Yo te amo, te adoro mi entrañable mujer

Nomade... En la Plaza Roja...Sintiendo...Sintiendo