“Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno...” ( Pablo Neruda)




A la voluntad de los designios. Soy una barca de papel y hielo rescatada del espanto; un silogismo sumido en la cuenca de los versos. Me aproximo; callo; indago esa frescura de las frases; titubeo ante la oscuridad y el miedo; vuelvo a hurgar aquellas letras de humanos. Esbozo el horror que corre dentro de mis venas como un collar de sangre derramada; disfruto de las prosas y de las artes; amanezco tras el vitral que desfigura mi interior; me hago sombra de estos pasos; origen; senectud; ciclo final... Soy la tinta que describe verdades y mentiras; el poderío de otras historias; la antítesis del todo; el hedor de cada alma; ese mítico resguardo que nadie nombra pero sí padece... Soy el mar en la escritura, acorralado o sigiloso; fluyendo momentáneo; invocando hechizos de palabras o algún Dios equidistante en el espacio...
Cada átomo del tiempo es la parcialidad de sugerentes mundos; el equilibrio de placeres y desencantos; un sublimar hecho lágrimas deambulando entre las manos...

Ana Cecilia. ©