Derroteros perdiéndose en lontananza.
El ir y venir de ideas plasmadas.
Pareceres no comprendidos.
Angustias vienen caminando.
Alegrías perdiéndose se desgranan.
Cuatro corceles se dibujan en espejismo,
allá vienen galopando certeros.

La Ira corre primero azotando su látigo.
Enredando las palabras. Enrojeciendo el cielo
Nada es igual a su paso. Todo cambia
Padres contra hijos, hermanos contra hermanos.
Todos ofenden por la palabra.

La Guerra unida al Odio, campean por sus derechos.
Se cierran las mentes. Todo destila miedos
La locura capitanea ejércitos.
Se combaten las ideas. Blancos contra negros.
Rojos contra verdes, gritando al cielo.

El Hambre pasa con su esquelética montura,
a paso cansino. Mirando sin ojos.
Como se va perdiendo la vida.
Que se va escurriendo por las alcantarillas.
Mientras los buitres esperan su turno en las alturas.

La Muerte en fogoso corcel agita su guadaña.
Con mirada dura señalando. Aquí; allá a los más fuertes.
Con sardónica risa, dejando a los débiles y pusilánimes,
temblando, pero suspirando.
Se han salvado
Pero no saben que mejor es estar con la muerte
Que vivos en este mundo desolado.
Todos los caminos llevan a la muerte.
Mas temprano que tarde llegará a nuestra puerta.

Yo no estaré. Me habré marchado con los más fuertes.

Nomade