Noche tormentosa.
Helada de inviernos.
Luna y estrellas, ¡Fuera!
Solo humanos
y monstruosas quimeras.
Vagan por cielo y tierra.
Donde se fija la vista.
Dios ha dejado de poseerla.
Lucifer domina y gobierna a Gea.
Todo gira en torno a su bandera.
Los jinetes del Apocalipsis ya vienen.
Ya vienen en su loca carrera.
El Caleuche nave de muertos,
en pasaje de primera.
Navega por los canales sureños
con su carga a cuestas.
Dejando estelas de lamentos
y de condenas.
El Trauco corre y se desliza
por cerros y praderas
Engañando a mujeres jóvenes y viejas.
Uniéndose al coro de lamentos de tinieblas.
Todo ensordecido con su alarido,
que rompe tímpanos y nos manda a la mierda.
Asomada en burlona cara la Pincoya,
atrae a marinos y los enreda en mala hierba
Cunde la desesperanza anochecida.
Perdida la brújula por falta de estrellas.
Pasando a integrar la dotación caleuchana,
en el frío y tenebroso mar austral de esa tierra.
Solo al despuntar el día,
todo vuelve a la normalidad.
Nadie se acuerda del Caleuche,
El Trauco y la Pincoya
Que solo son la oscuridad
Del bello paisaje de mi tierra austral
Nomade ...Admirando tu belleza
Texto agregado el 21-11-2007, y leído por 124
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
26-11-2007
bellísimo ttambién participé de ese aquelarre aún grabado a fuego en mis entrañas...beshos. ******Matilde. mancuspia
21-11-2007
Magnifica descripción. Sí que me gustó :D Meysahras