CUENTO PUCHI
Y así entre miles de colores pastel, luces brillantes y el danzar de un cucharón en un caldero mágico comenzó nuestra historia en una ciudad llamada Páprika.
Había un hechicero de nombre Puchimon que formaba parte del gran grupo de magos, hechiceros y brujas de este lugar.
El nunca fue el más brillante, y fallaba tanto en sus experimentos que era la burla total de sus compañeros.
Puchimon estaba muy triste por ello, pero no se rendía, él tenía que lograr que su creación fuese realidad.
Un día él estaba trabajando en su experimento y se encontró con una sorpresa. Toda la habitación se llenó de humo de colores y con olor a fresita.
De repente pudo visualizar entre tanto humo, algo que parecía ser unas pequeñas orejitas puntiagudas, que se movían en el fondo del caldero.
Mientras el hechicero se acercaba también observo que unas patitas peluditas y muy pequeñas se asomaban al borde del caldero.
Y en un momento estaba frente a la su mayor creación. Lo inimaginable, su experimento después de todo había tenido éxito.
Talvez había sido un accidente pero eso nadie tenía porque saberlo.
Ya que se encontraba solo en el momento de su gran éxito.
Poco a poco el humo salió de la habitación para asi dejar ver que había dentro de ese gran caldero.
Eran unas pequeñas criaturitas.
El hechicero en cuanto las vio se dio cuenta que había creado al ser más tierno del universo.
Fue entonces que pensó.- “Tengo que ponerles un hermoso nombre que diga todo lo hermoso que son y a la vez se me pueda recordar como su creador” -. De esa forma fue que se le ocurrió el nombre de Puchi. Era tierno y bonito y sobretodo era un diminutivo de su nombre (Puchimon).
En ese momento empezó la más maravillosa historia.
Bueno todo indicaba que así sería, pero resultó que cuando ocurrió el gran descubrimiento, el humo llamó la atención de una compañera de Puchimon.
Esta compañera fue una bruja, que tampoco era muy buena con sus experimentos.
Ella sintió envidia de que Puchimon lograra conseguir algo con éxito. Y trató de copiar lo que él había logrado. Pero todo le salió mal.
Lo que ella consiguió fueron unos pequeños seres malignos; que después fueron conocidos como cocobos.
Estas criaturas eran horribles, además comían puchis. Por lo mismo se convirtieron en el enemigo número uno de los puchis.
Los puchis tomaron a Puchimon como su Dios, ya que él les había dado la vida.
Puchimon entonces se enamoró del hecho de que fuera algo tan importante para sus pequeños nuevos amigos; y decidió construir un mundo alterno para ellos.
Ese mundo estaba lleno de magia, colores, flores y las cosas más bellas que se le pudieron ocurrir. No había otra cosa en que pensar; más que en eso, cosas tiernas. Ya que era lo que inspiraban los puchis. Así creo el mundo para Puchis. Este mundo lo llamó Puchiworld, y lo habitó de miles de puchis.
Los puchis construyeron sus casitas a las cuales llamaban cunitas. No eran muy grandes puesto que ellos eran pequeñitos.
Puchimon después de analizar su pequeña creación se percato de que los puchis tenían el poder de cambiar de forma.
Si, los puchis podían convertirse en pequeños animalitos mágicos.
Eran mágicos porque podían hablar y pensar.
En Puchiworld todos los puchis eran pequeños, tanto físicamente como espiritual y mentalmente. Esto quiere decir que nunca crecen. Por eso siempre serán bebés.
Por lo tanto, en Puchiworld, las únicas escuelas que hay son kinders. Ahí los puchis van y juegan, comen y duermen todo el día. También estudian la historia puchi donde hacen referencia a Puchimon como su gran creador y dios.
La vida de los puchis es muy complicada para ellos. Esto se debe a que por su misma condición de seres débiles e inocentes, todo les pasa.
Ellos son violentos por naturaleza, pero esto es porque no pueden ejercer ningún tipo de violencia hacia nadie. Bueno talvez si; solo a una cosa; a la comida. La devoran y mordisquean hasta terminar por completo con ella.
Los puchis han existido por cientos de años en Puchiworld hasta la fecha.
Pero como todo puchi curioso hubo uno que se salió del guacal.
Este encontró la manera de salir de Puchiworld, de repente encontró un hoyo en donde se metió y vio comida.
Y es obvio que no podía pasar y no querer comérsela.
Así que entró a comer y descubrió un mundo desconocido para él.
Era un lugar horrible pero al mismo tiempo todo un paraíso.
Había mucho ruido y no muchos colores alegres, pero había demasiada comida.
Desde ese momento los puchis comenzaron a ir al mundo nuevo de contrabando a robarse la comida.
Siempre con mucho cuidado y convertidos en algún animalito que pudiese pasar sin problemas.
El hoyo por donde pasaban los puchis fue creación de la bruja. Que en su afán de destruir la creación de Puchimon, hizo el orificio para poder introducir a los cocobos al mundo de los puchis.
Los puchis comenzaron a hacer amistades en ese nuevo mundo que descubrieron.
Sus amistades eran los animalitos, estos únicamente eran cachorros, con los que se encontraban y en los que se transformaban.
Esto hizo que esos nuevos amigos también llegaran a visitar a los puchis en Puchiworld. Por lo mismo también empezaron a habitar en Puchiworld.
Así fue como en Puchiworld habitaban
puchis, cocobos, y toda clase de cachorros.
Fue entonces cuando la vida en Puchiworld empezaba a surgir plenamente.
Había una pequeña guerra entre los puches y los cocobos.
Los cocobos perseguían a los puchis y ellos huían y se escondían debajo de sus patitas.
Esa era una forma en que pensaban estaban protegidos y ocultos. Pero en realidad no era así. Lo único que pasaba era que causaban tal ternura que los dejaban ir.
Los puchis se sentían luego muy tristes, esto era debido a que siempre en todo eran los últimos y que nunca podían participar mucho.
Los demás animalitos de Puchiworld eran bien abusivos con los puchis porque los veían chiquitos.
Después de un largo periodo de tiempo en que los puchis visitaban el mundo alterno a Puchiworld; se fueron dando cuenta de otras cosas que existían en este.
Cosas que les llamaban mucho la atención como fue la televisión, el cine, etc. Eso les gustaba y los embrutecía al grado que si le daban a un puchi comida y le ponían caricaturas, lo mantendrían quietecito y sin que moleste durante toda su vida.
Los puchis eran unas criaturitas que todo el que las conocía los quería. Bueno con excepción de los cocobos.
Todo Puchiworld era feliz y habitaban con armonía ya que después de un tiempo los cocobos se acostumbraron a no estar siempre acosando a los cocobos y tratar de vivir su propia vida.
Un día en Puchiworld hubo un gran acontecimiento.
Este fue el nacimiento del más bello puchi de todos.
Era hembrita y se llamaba Puchi. Se que suena extraño que se llamara como su propia raza pero es que ella era una autentica representante en su totalidad de lo que era todo un puchi.
Esa Puchi era yo. Si yo soy un puchi y desde que nací mi vida ha sido ser un puchi y por lo mismo que estoy muy orgullosa de serlo escribí esta historia sobre mi raza y mi vida.
Yo crecí llena de amor, mis papás me querían y quieren mucho.
Desde pequeña me enseñaron que Puchimon fue nuestro creador y por eso lo tenemos que querer mucho.
También me dijeron que le debo temer a los cocobos y a las brujas porque siempre nos quieren hacer daño a nosotros los puchis.
Además me llevaron al kinder como a todos y ahí me enseñaron más sobre la historia de los puchis como ya se las había mencionado antes.
Un día se me ocurrió irme sin permiso al mundo alterno convertida en gatita. Pero me ocurrió un accidente, un humano me encontró y me quizó adoptar.
Ese humano se llamaba Gastón y era idéntico a Puchimon.
Entonces fue cuando me confundí y pensé que era Puchimon y que tenía que obedecerlo en todo.
Así comenzó toda una aventura, ya que encontré en él, el gran amor de mi vida y resultó que no era un humano; Gastón; era un puchichabio. Los puchichabios eran los machos de la raza de los puchis.
Lo que ocurrió fue que Gastón se convirtió en humano y definitivamente si se creyó que lo era, así que ya nunca más volvió a cambiarse a la forma de los puchis.
El se quedó transformado en humano por un accidente como siempre les ocurría a los puchis. Él quería convertirse en un animalito y no supo nadie como ocurrió y se transformó en un humano.
Pero como era lógico, su esencia de puchi lo hizo de enamorarse de mí en cuanto me vio en forma de gatita. Yo desde un principio le dije que era un puchi y que me llamaba Puchi. Después de un tiempo tuvimos un hijito llamado Pip. Y como es hijo de dos puchis nació un pequeño cachorrito de perrito que habla.
Pip es un poco altanero con su padre pero de todas formas ama mucho a sus papás. Mi familia es Pip, Gastón y yo. Y seguiremos juntos hasta el final de nuestros días.
Esta es mi historia y la de mi familia de puchis. Ojala y tu puedas contársela a alguien más después de leerla. Así nunca seremos olvidados y todos nos conocerán.
FIN
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