Lo llama, sé que lo hace. Todo el tiempo perdido, la energía botada, la sangre derramada, para que a fin de cuentas siga llamándolo. No sé que ve en él, la verdad ni me importa, es solo que él tiene algo que yo nunca logré; su atención. ¿De qué sirve que me haya amado si nunca me tomó en serio? Su amor no fue (ni es) suficiente.
Es increíble la impotencia que se siente cuando el amor no importa. Que por más que pueda (y lo haría) dar la vida por ella, no estoy en posición de que me de ni un beso. Que por más juramentos (tal vez falsos, no lo sé) que me hiciera alguna vez, siente la necesidad de mantenerme tan solo como un amigo (o de torturarme, a la larga da igual).
No sé si pueda ser frialdad. Tal vez simplemente no sabe como hacerme entender que ya no le intereso. Incluso puede ser que diga la verdad, nunca se sabe. El caso es que sus razones (o lo poco que me dijo) no es suficiente para hacer que esta esperanza, que me ha arruinado la vida muera.
Esperaré, eso hago, es la historia de mi vida. No sé qué espero, tal vez una respuesta, o tal vez espero que el olvido por fin se apodere de mi corazón, pero sé que espero una salida a este infierno. Este dulce e irónico infierno. La vida con ella pero sin mí. |