ACORRALADOS


Alguien sostiene mi cielo
y el angel de las tentaciones
se duerme envuelto en mis harapos.

Corrompera mi tarde y mi silencio,
hasta dejarme ciega en un rincón,
habitado por moscas que agonizan
dentro y fuera de mi desolación.
El fuego del infierno prometido
se trepara por mis piernas,
hara su ritual en mi vientre
y con un grito de triunfo
me dejara desangrandome
en mitad de la estación;
su voracidad no tendra limites,
me observara desde lejos,
se resistira a perder un instante
de mi sucio dolor.
Llegaran como ladrones en la noche
los acorralados en el miedo,
criaturas envueltas en sombras
que se escudan en sus propias sogas
para no dejar caer sentimientos,
retazos de tinieblas como signos
de su pequeña humanidad.
Ellos me arrastraran a su mundo,
olfatearan mi libertad,
la vergüenza les golpeara la espalda;
entonces
todo ocurrira rapidamente,
un cuchillo traspasara mis costillas,
la sangre inundara la palida madrugada,
mientras ellos escaparan una vez mas
detrás de alguna mentira...