Una noche
Mientras esté viendo un programa televisivo,
Solo dejando la vida pasar
Habrá,
Ocurrirá un sonido en la calle
Del cual no me percataré.
Estaré tan metido en mi nada
Que no me daré cuenta del sonido allá afuera,
Será un ruido muy extraño.
Los perros ladrarán más fuerte que de costumbre,
Los perros siempre saben más que los hombres.
A la hora en que no hay nadie bajo la luna,
Solo algunos mendigos de esos que mueren de cuando en cuando
De hipotermia
O de alguna de esas frías enfermedades que brotan desde los infiernos.
Ese sonido irá aumentando poco a poco,
Ya no se escucharán casi los ladridos
Y los tímpanos de los hijos de la calle explotarán.
Y se hará cada vez más fuerte.
Nunca
Nadie
En todo el mundo
Habrá hecho tanta bulla sobre el cemento.
Los árboles como en otoño,
Comenzarán a botar las hojas,
Hasta la palmera quedará desnuda.
Las hormigas como de costumbre
Irán muriendo ordenadamente en fila
Junto a las abejas
Solo los zánganos se salvarán de esa extraña forma de morir
Dentro de los cajones desesperados y alborotados.
Y los vidrios, las ventanas
Comenzarán a vibrar y a quebrarse.
A esa hora
casi todos seguirán durmiendo,
pensarán casi unánimemente que se trata de un sueño,
se caerán los cuadros y pinturas de las paredes,
comenzarán a sonar las alarmas afuera,
dejarán de fusionar todas las maquinas del mundo,
los perros se desarmarán como esas figuritas lego,
los ríos arrastrarán a los mendigos hasta la alberca de la desesperación.
Se quebrarán las casas,
Caerán los satélites.
Morirán las personas,
Todas!,
Yo igual,
Y el sonido seguirá.
Explotaran los huesos
Y la médula se hará nieve en el aire.
Los escombros comenzarán a flotar y girar
Y la tierra tendrá miles de grietas
Hasta el centro de la tierra.
La luna se partirá por la mitad,
Y el sonido ya no será sonido
Si no que el caos que viene de regreso.
Una extraña estrella negra se tragará el fuego del sol,
No habrá más luz.
Y
Cuando ya no hallan testigos posibles,
El universo se caerá a pedazos,
Hasta el abismo infinito e inmemorial
Y finalmente
El silencio absoluto. |