De lounge, hombros, tú y tus manos and house.
Para hoy, con esta lenta e irónica nostalgia, la música mediana y diáfana,
se antoja que estuvieras de mi lado derecho, sentados en cualquier lugar,
ya fuese rozando el suelo y cruzados de brazos o en el sillón antiguo de alguna casa en cualquier barrio de la ciudad o frente al espejo, solamente observando los susurros de una tarde fría, pero no en un café ni en una banca de cualquier parque posible, simplemente de espaldas e ignorando los jugosos y sencillos detalles de la sagrada iglesia de nuestra señora de Santa Ana, en ésta tarde áspera.
En este momento, en el que eres aún nadie y que no sé del todo si existes o vienes. Hombros exclamando por tus suaves manos que podrían hacer un relajo entre mis músculos y tus dedos. Con esta música ligera de sonidos no tan altos y agudas voces estruendas, sino es éste el momento para el lounge*, podrían ser las notas de tus palabras tocando mis oídos con una mordida calmada, entre dientes suspiraría frente a la ventana, contando los movimientos del viento entre árboles.
Cansa escribir mientras inhalo por tus labios, eres nadie con quien quiero pasar cinco minutos, tan largos y tan nítidos en los que no se detengan tus manos, en los que no terminemos de conocernos y en los que pululen el intercambio de frases celebres. Eres quién, como para echarte tanto de menos y pasan segundos antes de pensar que no existes aún, que te maquilas entre el rubor y el polvo de mis nocturnos sueños.
No son, ni mi boca, ni mi sexo, ni siquiera el bien llamado desfogue carnal -por lo menos, no por ahora-. Son los hombros, el cansancio y la espalda los que te claman.
Es algo que no esta, tu extraña compañía llena de voces y risas, en las que me fijo.
Eres aún nadie, oculta e inventada o creada por mis viciadas neuronas, y vagas por las calles tan estrechas e interminables, de noche llevada por el tumulto de gente o siguiendo a tus zapatos.
Y aún así; sin más extraño tus suaves manos y tu figura perfecta y lo que fuiste o lo eres o lo que no serás, si tuviste nombre o fuiste una tarde en house*. Aún así, cuando levantes la mano por error en otra tarde como ésta, te invitaré a sentarte de nuevo y juntos oír lounge and house.
Pij.
* música lounge y house.
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