Hay veces que nosotros, los mortales, podemos volvernos inmortales, pero no de la forma en la cual estamos acostumbrados a oír la inmortalidad, sino en plasmarnos dentro de otro ser con el simple hecho de existir...
Hay instantes donde podemos perder el rumbo, pero siempre habrá quien te coja la mano y te ayude a salir adelante aunque no esté a tu lado...Aunque sean incompatibles…
Quizás sea la fe, la esperanza o los deseos de uno mismo de trascender... O el simple hecho de querer ser recordado de alguna forma…Pero existimos, somos, creemos (en distintas cosas o situaciones, pero creemos), evolucionamos y por ende, crecemos para transformarnos, según nuestras expectativas en mejores personas…
Podemos mirar atrás y creer que el pasado fue mucho mejor que el presente y que el futuro es incierto y aterrador, pero hay que recordar que el pasado nos construyó en los que somos ahora, que si abandonamos proyectos o a personas, fue por alguna fuerte razón y que si ahora somos diferentes a como éramos, no es por malas decisiones sino porque cambiamos así como el río cambia sus aguas segundo a segundo. Somos quien deseamos ser en el pasado, somos lo que hemos querido construir y ni siquiera nos hemos dado cuenta. Perdidos quizás algunos aspectos positivos de nosotros mismos, pero hemos adquiridos otros que nos hacen más fuerte para enfrentar nuestra vida como es. Y quizás tengan mucho más peso que los antiguos.
No quiero llegar lejos, sino simplemente ser y crecer, madurar y vivir plenamente. Quizás tú quieras lo mismo…¿?
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