saliva.(Del lat. salīva).1. f. Líquido de reacción alcalina, algo viscoso, segregado por glándulas cuyos conductos excretores se abren en la cavidad bucal de muchos animales, y que sirve para reblandecer los alimentos, facilitar su deglución e iniciar la digestión de algunos.

No deseo que todos los artículos puedan ser tildados de trascendentales o filosóficos, y he aquí que voy a intercalar, tal vez, uno de los hábitos hispanos más populares, lo que en España se conoce como "escupitajo", también como "gargajo", "salivazo", etc.Seguro, que si nos retrotraemos al pasado y en honor del maestro Negroviejo y su excelente artículo sobre Rodrigo de Triana en zoNada, podría asegurar que uno de los escupitajos primeros caídos en continente americano de boca europea fue el de este insigne marinero astracanado.Pero no deseo historiar el tema sino desmembrarlo.¿ Porqué escupimos? Sé que alguno saltará del teclado vociferando ¡ Escupirás tú, gordo! Mas no se lleven a engaño, todos en alguna ocasión escupimos.Por regla general es un hábito más extendido entre hombres, pero como no, existen mujeres que también lo practican, algunas he conocido con escupitajos memorables.No quiero irme por las ramas, esta columna es sobre Ética ciudadana,¿ Está bien o mal escupir?En general está mal visto, pero deben existir eximentes o causas que generen la indulgencia de vuestras eminencias.El catarro, por ejemplo, aquellos que son fumadores lo saben de sobre, eso se mete en el pecho y parece que Bruce Lee te ha dado con el nudillo en el esternón. En tales casos, cuando la secreción se eleva ha de expulsarse, bien en un pañuelo y si no, se gira cual faro de Alejandría y si no hay moros en la costa, ¡ qué carajo! se lanza el escupitajo.Por contra estoy en desacuerdo con el uso de este hábito para demostrar mayor cantidad de testosterona que el macho de al lado, costumbre usual entre ralea mal educada. Aún en España existen bares con la repulsiva costumbre de echar serrín al suelo, derivado de la tradición de escupir sobre el mismo y para prevenir los resbalones; qué decir...es asqueroso pero estos bares y tabernas tienen su gustillo.Entre jóvenes ( yo lo hice) jugábamos a ver quién lanzaba más lejos el gargajo, pero cuando buscabas pavas dejabas de hacerlo pues te miraban mal.En fin, todos y cada de vosotros tendréis vuestras anécdotas, pero por favor, no compartirlas, bastante nauseabundo es este tema como para orearlo.Y como no estoy para dar lecciones sino para mostrar y reflexionar sobre nuestras lindezas cívicas, si os exhonero a combatir ese hábito callejero que deja manchurreada nuestras aceras y calzadas casi siempre a la altura donde se ubican los centros de tercera edad y peñas futboleras.Un saludo.Artículo patrocinado por BISOLVON.