Hace poco tengo un sueño constante, y no es molesto, ni discorde, no me asusta o contraria, está allí y es como si fuera para el mismo, porque no me incluye ni me agita, me mira desde otra línea temporal, y transcurre consumiéndose allá lejos como una fiesta de la que apenas escucho la música a lo lejos ¿y cómo? Es una bebida dejada en la cocina, ¡eso! Tiene un poco el aire de una persona pensando en mí que lo último en su deseo es tenerme allí frente a sí.
¡Pero el sueño!
Es sencillo…
Soy yo en la televisión jugando múltiples papeles, diciendo líneas equivocadas, entre actores que saben y yo no, vestido de traje, haciendo escenas de amor, luchando y fraguando planes a futuro, se siente extraño, hasta mirarme del otro lado de la pantalla; siempre me levanto al saberme en la pantalla.
Y que puedo decir, ¿una crítica a mi vida de parte mía?, a la sociedad, culpas por ver tanto el TV, no creo en interpretaciones, no me figuro diciendo algo más de aquello explicito, y aun no te preguntas a que viene esto, porque en medio de la noche te cuento, y es además algo apenas interesante o por lo menos para mí no deja de estar sino entre las cosas a las cuales se guarda en el silencio sin pena alguna; para poder empezar con algo más importante lo hago con esto, si te digo que todo se junta, el sueño y los ruidos de la planta baja, los ruidos y el gato de los vecinos, los vecinos y los ciclos de luna, la luna y el ruido; apenas y alcanzo a decirte las correspondencias, son demasiadas, que juzgo tan evidentes como si fuera todo semejante a esos mapas de flujo que haces para aquel aburrido trabajo tuyo, pero…¿Cómo que no entiendes? Es cuestión de las correspondencias, eso siempre contraria a todos por todo, pero no es tan importante, incluso te confieso, es poco original, se de seguro haberlo oído de alguien más, en alguna novela, en otra boca; esa noción me cayo como espanto.
De una voz que escucha uno más con tedio que fatídicamente, estaba en los comedores de empleados de tu compañía, ¿Qué decía? ¡Espera!, espera; era una queja, contra si, así; cuando niño había acampado con otros en el campo, por la noche (ellos) corrieron a buscar fantasmas, pero se les vino una lluvia, ¡mejor aun! era tormenta de truenos con todo su deslumbre, al cruzar una alambrada el atraviesa antes que su amigo, solo siente un ligero empujón y cae de bruces voltea y el infeliz detrás se quedo humeando en la cerca, le había caído el rayo encima, se sentía culpable, de no hacer nada, de andar de oficinista acostándose con una tal Mireya, cogiendo mediocremente a una mujer narizona, pasando los días ahorrando para un coche, planeando cambiar sus corbatas por unas de peor gusto, en fin toda la sarta de auto reproches que no me interesaron más que la correspondencia entre él y los la rayos, los rayos y la muerte, así se me levanto la cortina, se corrió la tela de lo maravilloso, de lo nuevo , presentado por alguien con la mirada picara del mentiroso; te cuento para no quedarme solo, paso horas haciendo el registro de eso, no soporto la idea de dejarlo transcurrir sin registrarlo, el anotarlo le quita fatuidad, me salva de sugestionarme de eso , esperando correspondencias y cartas, o agitación, vida, revuelo, desmadre, que se yo, si las espero solo llegan esas canciones de fiestas lejanas que te digo, y no quiero, ¿pero que quiero? Ciertamente no quiero dejarte dormir, o hacerte escapar a las correspondencias, son elípticas, te dejo una entre la puerta de nosotros y las llaves de alguien más.
Oyes como tocan la puerta, se ven desesperados, oyes los gritos afuera, son de desaforados, no escuchas lo vidrios quebrarse o como se esparce la noche de manos aventándola como cocteles explosivos por los aires, ¿no lo escuchas?, oyes ya los ruidos de la noche llenando todo como el humo del cigarro que insistes fumar, no me oyes a mi insistiéndote el mismo punto, no, ¡es que no me has escuchado en toda la noche!;lo mismo da voy a bajar a abrirles.
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