Un escorpion, altamente entrenado,
con solamente una de sus tenasas,
corto las amarras de un buque listo para zarpar,
y este, por el barco,
quedo sin gobierno a la deriba con todos sus pasajeros millonarios a bordo;
Pues inexplicablemente,
sus motores nunca encedieron por nada del mundo. Luego de soltar amarras en el puerto,
el escorpion comenso a nadar persiguiendo el objetivo de alcanzar el buque,
que por los fuertes vientos que soplaban,
se alejo rapidamente de la playa hasta dar con la hontanansa. Alla a lo lejos logro interceptarlo nuevamente, cansado de tanto nadar;
Y como si esta fuese un familiero medano de arena, escalo la embarcacion por intermedio de una de las amarras que quedo colgando despues de la pirateria del comienso.
Aunque minutos antes,
el capitan del buque ya se encontraba aprestado
a arrastrar con su bote remando al gigante de metal.
Entonces fue que el escorpion adiestrado,
antes de decidirse por embarcar,
opto por sambullirse nuevamente al mar,
y sin la debida autorisacion de Morgan,
se dedico a pulverisar las pobres palas de los remos, que dicho sea de paso,
nada tienen de parecido,
con digamos, diamantes;
y como si las tenazas fueran un regimiento de polillas hambrientas, o de pirañas,
destruyo las palas sin inconvenientes haciendolas al instante aserrin,
dejandolo, por supuesto,
al capitan definitivamente de a pie.
Imaginen que el buque era como una trampa con gente aterrada adentro por lo que estaba por suceder; Pero Morgan,
no tardo mucho tiempo en arrivar con su ejercito de piratas copando la nave y alsandose con el suculento tesoro.
fin.
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