Me obsequiaste al tullido matadero. Ahora voy meciendome en este despechado carro, como tantos que antaño condenaste al infierno. Me regalaste al infraganti desierto. Ahora voy sediento en estas tremulas arenas junto al apocaliptico ejercito que lleva tu rostro en los huesos. "...De inculparte" Macruz
Texto agregado el 17-11-2007, y leído por 273 visitantes. (5 votos)