Número maldito que destruíste lo eterno,
aliento de dudas y falsas promesas
doscientos diez días de ceguera incurable
y mis pupilas no resisten otra luz
distinta a la de tu presencia.
¿Cómo vivir treinta días más
cuando el infinito era nuestro cielo?
Texto agregado el 15-11-2007, y leído por 92
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
16-11-2007
Mmmmmmm es un excelente escrito**********
Victoria 6236013
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