Ahí vienes,
cansado y distante,
rompiendo versos,
mirando silencioso,
triste,
cambiante y acabado,
rebatiendo al viento,
hablándome al oído
confesando la soledad,
buscando mi cintura,
moribundo, frío,
tomando mi pequeña mano,
arrasando mis pensamientos,
gobernando mi tiempo...
Ahí vienes,
entrando a mis ojos
siendo sinfonía,
hipnotizándome
entre besos fuertes,
fugaces y fogosos,
celosos y oscuros,
traidores conquistando
las tardes rebeldes
arrancando de tí,
no quiero y vuelvo,
pienso, me transporto,
vienes y me enamoro |