¿Ahora qué hago? Pienso en ella,
pero no lo suficiente como para amarla.
La quiero, pero no demasiado como para darle mi corazón entero.
Siento que me hace falta,
pero no tanta como para extrañarla todo el tiempo.

Deseo estar junto a ella,
pero no lo deseo a cada hora como para vivir un siglo a su lado.
Me siento muy feliz a su lado,
pero también me siento muy feliz solo
y creo que no es suficiente como para darle un juramento de amor eterno.

¿Ahora qué hago? Me brinda tantas cosas,
me hace feliz, siento cosas buenas a su lado,
pero de verdad no sé si lo que me hace sentir
es suficiente para comprometer a mi corazón
y todo mi ser en lo que conlleva e implica amar sinceramente a alguien.

A veces creo que el tiempo me puede ayudar
y mostrarle a mi corazón que ella es
quien merece entrar en mi vida por completo,
pero mi paciencia no ve muchos resultados
y desea retirar sus oportunas ganas de mi cuerpo.

¿Ahora qué hago? No le quiero hacer daño con mis actos
ni con mis palabra ni de ninguna forma,
tampoco quiero ser yo quien tenga que sufrir.
Es que he pasado tanto tiempo rodeado
por sombras que dicen quererme
y al final siempre terminan tapándome
la luz del sol y
y arrogándome en penumbras,
que he ganado tanta desconfianza
que mis precausiones frenan el intento de quererla.

¿Ahora qué hago? No sé si lo pueda lograr,
no sé si logre alcanzar un poco de esa felicidad del amor,
sin embargo lo intento,
esperando que el destino se encargue de todo,
pero no sé si él sea un amigo confiable,
no sé si él llevará todo hacia donde lo tiene que llevar.

Creo que lo mejor es seguir caminando,
con incertidumbre, pero sin preocuparme
por lo que pase, pues sé que pasará lo que tenga que pasar,
que bueno o malo sera una enseñanza más
y una experiencia para mi vida.