Escribe: Maravillas


LA PÁGINA DE LOS CUENTOS.NET


Si como dice Gamoneda “leer es vivir dos veces”, escribir quizás sea centuplicar esas vidas, recreándolas en un espacio sin tiempo, donde el pasado, el presente y el futuro se atrapan en ese preciso instante en el que la imaginación o el recuerdo se deslizan por las letras, engarzándose en el trazo hasta formar un sueño de palabras.

Leer, escribir es algo necesario, es lo primero que aprendemos en nuestra infancia para poder desarrollar el conocimiento. El aprendizaje de cualquier materia, incluso los números o el cálculo, pasa por ese obligado abecedario, letras que todos tuvimos que memorizar un día para buscar en su revoltigrama el universo de las palabras. Después con la familiaridad del silabario nos llegaron otras materias más incomodas. La gramática y la sintaxis se nos hicieron esas primas antipáticas que restaba lucimiento a nuestros trabajos, y tuvimos que ir aprendiendo a domar esas “uves” que crecían y querían beberse su abolengo. Fuimos aprendiendo a escribir mejor leyendo, y con el ejercicio de la lectura a descubrir el universo de los libros, primero con sus estampas y colores, para que no se nos hiciera tan árido el campo de la lectura, más tarde buscando autores, porque ya habíamos caído en las redes mágicas de la Literatura.



Por aquel tiempo, ya empezábamos a emborronar cuadernos, a escribir cartas, cuentos para los más pequeños y algún poema. Lo de ser poetas era estar enamorados, y ya comenzábamos a enamorarnos de Errol Flynn de Vivien Leight, del muchacho que nos ayudó un día a terminar unos ejercicios de matemáticas, o de aquella jovencita que su minifalda era la más atrevida de la fiesta del cumpleaños de Jorge. Poco a pocos se nos fue haciendo necesaria la escritura. Necesitábamos transmitir el pensamiento, los sentimientos, las rebeldías y los sueños ¿Publicar? Algunos conseguimos que nos aceptaran algún artículo o un cuento en un concurso provincial, pero la escritura se apilaba en nuestros cajones y carpetas - ¿Valdrá lo que estoy escribiendo? - Cuántas veces nos hemos hecho esa pregunta, y entonces era cuando le leíamos a nuestros amigos las mil y una anotaciones que íbamos recopilando en nuestros viajes prestando mucha atención a sus comentarios.

Nuestros hijos fueron también cobayas de nuestra imaginación, pero ellos también fueron los más duros a la hora de regalarnos el oído con sus comentarios a nuestros cuentos que les narrábamos entusiasmados, cuando nos soltaban a bocajarro un: mami, me aburro. Ahí se había acabado nuestro entusiasmo y el cuento.

Cada uno de nosotros se acercó hasta este espacio llamado “La página de los cuentos.net” por caminos diferentes. Para unos fue una sorpresa que un día encontró en la web, en cambio para otros, que vinieron de la mano de algún compañero, significó la consolidación de amistades unidas por la misma práctica: la escritura. Unos y otros fueron forjando también sus relaciones de admiración y de amistad. Pero sin olvidarnos nunca que el fundamento que nos invitó a formar parte de esta Comunidad de Cuenteros fue la escritura. La única razón que nos une por igual a todos. Por lo que deberíamos de agradecer la posibilidad de contar con la accesibilidad, sin traba alguna, a un espacio mediático, soporte en el que publicar nuestra creación, leer y comentar la creación de otros miembros sin más límite que respetar el espacio común, que es de todos.

Pero no entendamos nunca creación literaria, como ausencia de pensamiento libre, de ideas, doctrinas o creencias sean éstas laicas o religiosas. Ni tampoco encerremos a la palabra Literatura en una novela de caballería o de ciencia ficción. La creación es también pensamiento libre, es denuncia, es evidencia, reflexión, es también imaginación o fantasía, realismo y magia. Ni tampoco supongamos que escribir en libertad significa caer en la soez provocación vulgar del insulto o en la procacidad grosera y mediocre de la injuria, en la descalificación de algún miembro por la simple razón de no compartir su ideario, sus gustos personales o su pandilla de amigos, porque ahí no hay escritura, ni lectura ni sentido, por lo que debería de replantearse continuar en esta página, y más le valdría buscar otras páginas en las que compartir su ralo sentido de qué es y qué significa el arte de escribir. No somos una asociación de amigos, sino una comunidad de aspirantes a escritores, porque la palabra escritor tiene también un significado de esfuerzo, dedicación y trabajo bien hecho.

No hemos venido a borrar, ni a eliminar, sino a publicar nuestros borradores, nuestros florilegios y nuestro manera de expresar con palabras la vida. Como lo hace Nazim Hikmet, poeta turco desde su vieja casa de madera en Estambul:

“El caballero de la Eterna Juventud

obedeció, hacia la cincuentena,

a la verdad que latía en su corazón.

Partió una bella mañana de julio

Para conquistar lo bello, lo verdadero y lo justo.

Delante de él estaba el mundo

Yo sé

que una vez se cae en esta pasión

y que se tiene un corazón de un peso respetable

no hay nada que hacer, Don Quijote,

nada que hacer;

hay que embestir a los molinos de viento”

"Embestir a los molinos de viento" pareciera una peripecia grotesca, pero en esa misma sinrazón palpita una verdad, la de un corazón que late, y eso es, como dice Gamoneda, un hecho poético.

¡Buena salud a la página de Los Cuentos.net!