Entre día y día en mi apuesta pierdo pedazos de mi ledo deseo extravío palabras en borrosa tinta trozadas a un pequeño agujero. La gente no me maltrata soy yo quien se arrastra en el suelo la tierra me abriga en las noches duermo en estadios de un duelo. Se oscurecieron demasiado los días siento a un ermitaño en agonía no encuentro luces más que la mia pero me apagan al acabar el día.
Texto agregado el 12-11-2007, y leído por 107 visitantes. (1 voto)