-¿Saldré de esta inmediatez acelarada? Le preguntaba casi retóricamente a mi psicóloga ese caluroso día de febrero, en que la humedad casi no nos dejaba respirar y a la vez nos volvía voraces seductores por la calle, en la que los jadeos y las limpiadas de rosotro, los resoplidos y la ropa pegoteada al cuerpo nos convertía a todos en un poco más erotizados/erotizadores...
-¿Qué quieres decir? Me increpó, reconociendo -tal vez- mis pensamientos ocultos tras una pregunta tan amplia que podía pasar por un sisentido.
-Lo inmediato me abruma- le contesté.
¿Qué es lo inmediato?
Usted y yo sentadas aquí.
-¿Te molesta?
Me molesta el calor y la... necesidad de inventar temas para dialogar con usted...
-¿Quieres dejar la terapia?
No lo sé. Tal vez me molesta que usted sepa tanto de mi y yo no sepa de nada de usted. Me molesta su existencia parcial en mi vida, recortada a un consultorio y a una media hora (a veces un poco más a costa de sus miradas de reojo al reloj y que yo busco desafiar) donde se dispone a escucharme... casi como si le importara.
-Creo que estás enojada...
Nuevamente tal vez! o será otro invento de mi voluntad desquisiada -modernamente condenada al diván- sosteniendo esta parodia de análisis psicológico, que sinceramente no sé hasta donde puede llegar... He pasado por mi infancia, por mis padres y las estructuras que supieron construir... por mis amores y desamores, por mis miedos, pesadillas y ausencias... ¿Cuánto tiempo más le llevará convencerme de que soy normal?
Salí del consultorio refrigerado y sentí el tufo del calor entrarme por los poros de mi piel aún fresca. Ese choque de la realidad con el recorte de la realidad (el que sin duda era más frío) me convenció que era la última vez que entraba en aquel edificio elegante de la peatonal.
En ese instante pude reconocer que lo normal/anormal es una línea imaginaria entre el tufo del afuera y el aire acondiconado del consultorio de la peatonal...solo que lo anormal se encuentra -definitivamente- del lado frío. Seguramente mi psicológa me interpelaría aludiendo que ella nunca planteó las consultas en términos de normalidad/anormalidad.
Pero yo sí.