"!Oh hija de mi pecado,
oh hija de mi falta!
He aquí tu pura e inocente,
y yo sucio, harapiento, desgarrado..
He aquí tu prístina, inmaculada, casta,
miestra yo en lodo yazgo, inmerso.
Mis manos estan sucias ¿como he de tocarte?,
mi piel esta inmunda ¿como he de acariciarte?"
Tus labios son puros, limpia es tu mirada,
Tierna, pero al mismo tiempo me mata.
Tus manos tibias, bellas, delicadas,
tus brazos “gorditos”, en los cuales me atas,
y tu respirar tenue, pero luego ya lo cambias,
eres mi niña, eres mi hijita, eres la luz de mi alma.
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