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Inicio / Cuenteros Locales / cintia-bermudez / Un cuento mas que puede ser el ultimo.

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Tito fue un hombre de primera,
pero cometio un gran error al conceder un permiso para donar sus organos despues de muerto.
Tito, primeramente, extravio su registro de conducir, que dicho sea de paso,
ya estaba por vencerce en su plazo de vigencia.
Pero bueno, cuando el fue a renovar su carnet de conductor, las autoridades de trancito lo obligaron a decidirse pronto sobre esta cuestion solidaria.
El siempre con su sonrisa dibujada por ser tan bonachon, no dudo un instante en decidirce por el si, y estampo con dulzura su firma sobre un formulario, casi sin leerlo.
Su hijo, llamado Martin, fisicamente hablando,
fue un tipo muy parecido a su padre;
a mi Tito.
Ah, pero Tito fue unico,
nadie como El cosecho tantos amigos en la vida.
Martin, en cambio, es un muchacho que de lo unico que conoce a fondo,
es como correr a altas velocidades con su moto de docientos cincuentas cilindradas,
y poner en riesgo a la ciudadania entera.
Pero, paradojicamente, Tito fue el que tuvo,
por pedido suplicante de su unico bastago,
que tramitar de urgencia un seguro de vida,
pues el Nene temia que algo fatal fuese a ocurrir.
Tito, tal vez por estar sugestionado
por la inseguridad que impera en la Argentina,
mas el temor de dejar a su familia sin nada,
si algo malo aconteciese,
tomo la decision de ampliar su cobertura de seguridad del automovil,
y agrego ademas la de su vida personal tambien.
A exactamente treinta dias despues de todo esto,
Martin, luego de una pelea rabiosa con su padre;
alta discucion sin relevancia que postro a Tito en un principio de depresion,
invito a este a hacer las pases,
y a dar un paseo en la moto;
como simbolo de confirmacion de esa unidad indestructible, segun los dichos de Martin.
Tito, acepto el desafio, inclusive,
muy a pesar de haber jurado con los dedos en cruz, en algun momento de cordura que hubo tenido, no subirse jamas ese aparato por nada del mundo; pero como la sangre tira parejo,
ambos partieron de paseo sin decirse nada.
A los pocos kilometros de haber andado,
se podria decir placidamente,
a una velocidad de domingeros,
se detuvieron sin motivos aparentes,
en una calle cortada, pero que esta a pocas cuadras de la municipalidad,
entonces fue que el pibe le pidio a su padre,
que se estrechasen un abrazo bien fuerte...
Una persona que estaba escondida en un zaguan,
avanzo sigiliosamente,
con un palo en la mano enfudado en trapos viejos,
propinandole un golpe tremendo en la cabeza,
garrotazo que le quito la vida al instante.
Luego ambos cargaron el cadaver de Tito en la moto, con Martin al volante sujetado por su padre muerto,
y partieron raudamente hacia el centro de la ciudad.
Alli, sobre la avenida mas importante,
los estaba esperando un automovil que inmediatamente envistio la moto.
Martin salio volando ileso por el capot...
mientras que Tito, mi Tito,
quedo tirado muerto en la calle una vez mas.
No tardo mucho tiempo en arrivar la ambulancia,
y caramba, le colocaron a Tito un corset en el cuello...
A Tito lo cremaron el mismo dia del accidente,
y sus amigo debimos conformarnos con velar sus cenizas.






Texto agregado el 11-11-2007, y leído por 318 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
13-11-2007 algo se dio en mi q me dejo pasmado, muy bueno. lo unico, es ficcion o realidad) pero bueno chechin
 
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