En la tranquilidad de mi tierra Oaxaqueña y al son de la marimba Tu llegaste a mi memoria. Con el atardecer yo pude comparar tu natural hermosura y tu ojos verde mar. Sintió frió mi corazón solo y tan lejos comprendí que tú eras toda mi alegría. Y que nadie tu lugar ocuparía, porque tú eres la razón de mi existir.
Texto agregado el 11-11-2007, y leído por 179 visitantes. (5 votos)