“Un domingo cualquiera”
Como menos que un vestido, Como menos que un peinado, Como si no fuera importante,
Como un lunes cualquiera, como un respiro más, como un simple parpadeo.
He visto atardeceres con mayor importancia, he estado en horizontes más valiosos, he escuchado palabras más preciadas; La almohada asfixiada, los puños apretados y el sentimiento de ser menos que un vestido.
He leído de personas enamoradas dando todo por la otra persona, he escuchado a la gente decir que “el amor es el deseo del deseo del otro”, he escuchado de caballeros luchando contra molinos por amor, o de grandes amantes con antifaces removidos por la misma razón; ahora yo digo que el amor es cuestión no de palabras, sino de actos, no se trata de compensar, sino de cumplir…
Como una gota de lluvia, como un grano de arena, como un segundo; como una simple vocal…
Con los puños apretados, nudos en el estomago y lágrimas negras…
Y yo que tanto te quiero, como se debe de querer una gota de lluvia en el desierto, como un grano de arena cuando es todo el tiempo que te queda, como un segundo cuando estoy a tu lado; y yo que te quiero como un mudo ha de soñar con una simple vocal…
Con los puños apretados para no soltar tu mano, con nudos en el estomago del miedo y colmada de bendiciones…
Y yo que tanto te quiero, yo, algo menos que un vestido, pero más que cualquier hidalgo caballero, yo, que soy menos que un peinado, pero mejor que cualquier amante, yo, un pobre loco sin importancia, un lunes cualquiera, yo, un simple ciego, mudo, sordo, mimo del amor, te perdono, pido me perdones y quiero que sepas, que te quiero más que cualquier Quijote, que cualquier De marco; que te quiero como un loco debe querer un lunes cuando ha encontrado el amor un domingo cualquiera.
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