UN COLIBRI ENAMORADO

Hace un tiempo que ya ni recuerdo lo conocí, el era raro, extraño, diferente
Como lo es un clavel creciendo desde un cardo, alegre como la primera noche de verano
Coqueto y sensual, como una quinceañera que conoce por primera vez los secretos del amor, el era una orquídea enamorada de la vida, rápido como un colibrí.

Una noche como ninguna como siempre sucede en las historias de amor
La luna bailaba como siempre sola, admirada por las estrellas y el...el bailaba
Dejando el alma, esa noche lo hacia sentir diferente, esa maldita noche el colibrí se enamoraría, fatal error, el no lo busco, solo le llego el amor.

Se fijo uno a uno en los corazones desesperados que había en el lugar de siempre
“Sitges varones “ninguno llegaba a emocionar al suyo, ya cansado de esperar, ocurrió lo impensado como en toda historia de amor quedo amnésico ante tanta belleza justo frente a el sonriéndole mostrando sus ojos clavados en el como frío metal, sus ojos bellos pestañudos que le hicieron perder el paso, esa noche y muchas mas.

Se sonrojo como una niña enamorada pero ya ninguno de nosotros tenía 15 o 20 años
El lo miraba, él lo deseaba, el ya lo queria, el colibrí se había enamorado

Se entregaron al amor, a ese amor, cuestionado, rechazado, asqueado, a su amor
Al amor que ellos crearon por un tiempo perfecto, no se prometieron nada, sin juzgar, sin preguntar se callaron todas las cosas que importaban, para aprovecharse uno del amor del otro, para aprovechar ese amor tan grande de besos y cuerpos masculinos.

Diferente hubiera sido si se permitieran un te amo, que diferentes serian hoy las cosas
Pero aun así recorrieron la vida con una alegría envidiable, deseable para tanta pareja “normal” que los veía.

Caminaron la vida amándose como se debe con carne, besos, amor, pasion, cariño, ternura, pero en el fondo de sus ojos de hombres sabían que su amor aunque estuviera empezando ya tenía su fin marcado, que un amor así de grande entre ellos seria a la larga un castigo.
Aunque no lo merecieran debían vivir con una soledad impuesta por otros, era una soledad rabiosa, al borde del contagio, tanto buen amor desperdiciado por no ser aceptado por la gente “normal”.

Prometieron darse una noche más, su noche, la última noche fue florida, él amante de oro del colibrí le canto al oído la rabia dulce de su furioso corazon, dibujo en la boca de su colibrí tantos besos y de tantas formas que le dejo los labios dulcemente enrojecidos por los besos que ya no tendrá.

El colibrí le pedía que se quedara que lo intentaran le repetía con su voz dulcemente masculina y cansada de tanto rogar que todos tienen derecho a enamorarse…de quien quieran,le decía que se puede amar así de repente ,le decía que lo intentaran, que solo hay que atreverse amar ,aunque ni siquiera el estaba seguro de eso.

El colibrí solo lo abrazo
El amante de oro lo entendió
La luna se lleno de pena fue una triste testigo de sus últimos besos
Tímidamente llegaba la luz del nuevo día para ambos, día y luz que los separaría de camino ya para siempre, el colibrí volvería a sus luces, sus pelucas, maquillajes y su amante de oro volvería a ser aceptable para su familia y los negocios de papa

El sol ya no podía esperar mas aunque así lo hubiera querido no deseaba ser el culpable de alejar a estos amantes, pero aun así con sus rayos se fue robando una a una las ultimas caricias, besos, lagrimas, palabras, promesas, y allí su amante de oro con ojos pestañudos se despidió con un “Algún día…”

Día maldito que nunca llego, día diabólico que se robo la alegría del colibrí muy luego, pronto y después todo se volvió infernalmente triste.

Gente,musica,amigos,amigas,gente,palabras,consuelos,lamentos,pero nadie entendía que el colibrí se había enamorado por primera vez y de verdad y que de sus sedosas manos se le había arrebatado el amor ,todos los sitios donde estuvieron se convirtieron en mausoleos frios,tristes,solos,todo era horrible si el amante de oro con ojos pestañudos ya no estaba allí junto a su cuerpo.

El colibrí quería desaparecer en el cielo sin mirar atrás, para no tener que recordar,
Deseaba que todos esos bellos recuerdos se borraran, que nunca volvieran, o que quizás no hubieran existido.

Una noche como ninguna hace un tiempo atrás que no quiero recordar el colibrí
Pinto su boquita de cereza, tomó una botella de whisky no es lo ideal para una “dama” como ella pero quería olvidar, quería de nuevo a su hombre de vuelta, quería tener amor, quería saber que no fue un sueño, quería que todos supieran que tuvo amor, el del bueno, no amor pintado de compasión, de ventaja, de dinero, quería que supieran que su amor fue sin interés, sin mentiras, de verdad.

A cada sorbo se diluían lentamente las palabras tiernas,dolorosamente fue tirando los besos que su amante de oro le dejo,el colibrí se iba durmiendo en el recuerdo ausente de sus brazos fuertes ahora ya cansado de brincar, de bailar, de ser toda una reina,arrojo su corona de lagrimas,y subió, subió tan alto como pudo al edificio de una gran boutique así debía ser para ella con clase, bebió hasta el fondo ,se reía de sus tres décadas de febril amor ,y al mundo le grito que ,ella también tenia derecho a amar,como “Francesca le Rùa” y como Manuel Aguilar ,como solo un colibrí sabría amar….allí abrió sus alas y voló hacia el fin del amor…cerrando sus bellos ojitos y voló durmiendo en la seda de sus recuerdos.-