MARGINAL
Quedan segundos para que caiga en el veneno de tus besos margínales, centímetros para que tus manos asaltantes me tomen.
Todo botón de rosa, todo bello capullo tiene su espina ya la mía clandestinamente eres tú.
La noche, la mùsica, la fiesta, tus ojos bellos hasta con la sombra que la cárcel les dejo, me miran, me estudian, me esquivan, si los encuentro.
Luego tú soplándome al oído un valsecito cebollero
de un cruel amor no correspondido, tú en mi oído, en mi cuello, todo tú esquivo ladrón, oscuro como tu alma, amante maestro de gran corazón.
Cada vez que te espero de madrugada con el alma pendiendo de un hilo en algún parque, plaza, callejòn, por allí, por acà, donde ni siquiera la sombra de la ley te pueda alcanzar, soy yo que como la perra que lame sus heridas, yo curo tus cortes de la noche bebiendo a largos sorbos tu pena de niño pobre, de hombre abandonado.
Me escribes en las paredes de alguna casa, con tu fiel spray "Mi lobita nunca estará triste..."
gritas desde el alma
¡a la cresta la vida, la puta vida no manda!
los más fuertes sobreviven
las diferencias serán muchas
pero desnudos amándonos seremos iguales.
Las encuestas apuntan a sus margenes, que eres solo un mínimo porcentaje, algo ínfimo, un grano de arena, poblacional, marginal, ladròn, asaltante, transfuga,...seductor, encantador, apasionadamente peligroso.
Mi lobo lejano deja ya de gritar, de aullar, que sea como sea, hasta en un grano de sal nuestro amor hoy está.-
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