¿Y cuándo te vuelves a mí?, general;
mandamiento divino, grifo adormecido.
Izquierda, derecha izquierda, se mueve el bastón,
el repique tembloroso, y el cuello del chelo.
Más allá del vuelo de pájaros, llega la nota,
al barco fantasma, al durmiente tesoro.
Triángulo, pandero, y traversa;
una sucesión de brujas.
La moción del silencio, escuchada;
mas invocando la tierra prometida,
el silencio se hace sonoro.
Voz grave al final de la historia,
memorias de la luz y de las olas,
el repique del piano y su pedal,
del amor encima, encimado, ensimismado,
como siguiendo turbulencias, y la nada.
Al final todo se reduce, se simplifica,
melodías de la vida. |