Fui a Manpower, consultora de empleo, a presentar mi pobre curriculum de una sola hojita, y adivina que me dijeron....¿me lo mandas por mail? una hojita che!! bueno, lo mando, y lo mande; conclusión hoy llego y mi curriculum estaba impreso en, obvio, una hojita (se hubiesen ahorrado la tinta, pero no, por mail era el tema) y bueno, Cecilia que me llama y me dice ¿te podes venir hoy a partir de las 14 hs? si puedo (no ves que estoy al pedo?) y voy, y Cecilia, previa impresión de la hojita miserable que es mi curriculum, me empieza a hacer preguntas, sobre que carajo te viniste a hacer acá, al culo del mundo donde hasta los pingüinos se cagan de frío, y le cuento que buenos aires no da más, que el obelisco lo quieren sacar, le hablo del chocolate en la Giralda y de lo difícil que se puso la capital, de que no vale la pena subsistir sin vivir y un montón mas de pelotudeces (típica entrevista de laburo). Entonces me hace pasar a la salita de allá y me da un bolígrafo y una planilla de mil hojas (con las ganas que tenia de llenar planillas) y me pongo a escribir: nombre, apellidos, tipo y numero de documento, nacionalidad, estado civil y esas cosas, y en un momento leo: talle, pantalón, camisa, calzado, y le pregunto ¿esto? si te lo acordas ponelo, ¿y si le pongo que cuando me compro ropa entro al lugar y digo un pantalón como para mi...? (esta se cree que me importan esas cosas, pero bue, por algo toda mi ropa es robada). Termino y espero, en el ínterin llega un montón de gente con sus curriculums en carpetas enfoliadas de mil quinientas hojas y yo me pregunto, ¿esta gente que onda? en una hoja datos personales, en otra estudios, en otra experiencia laboral, o yo soy muy escueto o ellos se fueron al carajo, pero no importa, sigo inmune y mis manos dejaron de sudar, así que ya tenia la mitad de la batalla ganada. Entrego la fuking planilla y pregunta ¿podes esperar un minuto? Seguro que no es un minuto, pero si, espero, total, estar acá o cagandome de frió afuera, espero acá. Entonces aparece ella, que en realidad ya estaba ahí, contestando teléfonos y teniendo charlas muy privadas ante un público ajeno a su vida enteramente privada, pero no participaba activamente, solo paseaba y zarandeaba a un chiquitín de unos tres kilos, regordete con cachetes colorados que lloraba de a ratos, aparentemente el hijo, información que luego pude constatar, me hacen pasar a otra salita (tiene un montón de salitas ese lugar) y viene ella y se presenta, no da nombres, solo dice que es la encargada de la sucursal y que esta de vacaciones, entonces ¿que hace acá? (cada uno se toma las vacaciones donde quiere) Ella mulata, toda ella, tonada centroamericana y aspecto de cubana, morena como el café y puede que también sea así de sabrosa, carente de cejas, las cuales tenia remarcadas en violeta, así toda excéntrica ella y encargada de la sucursal y comienza la entrevista; ¿hace cuanto estas? ¿a que venís? ¿sos terrorista? ¿estudias? ahhhh, mira vos, ¿que hiciste? entonces pienso ¿para que carajo estuve una hora llenando planillas donde especifique altura y peso? bueno, es una entrevista, además, las planillas nunca las lee nadie, solo el día en que te rajan a la mierda, y sigo hablando de buenos aires y la forma de subsistir, le cuento que se hacer esto y aquello y que me interesa eso y eso no, y me repregunta ¿ventas? mmmm, creo haber dicho que no, pero, mmmm, bueno, pero solo si no hay otra cosa (en cuanto me llamen para ventas digo que no) ¿sos tolerante? me espeta y, obvio, al tratarse de una entrevista, ¿Qué quiere que le conteste? ¿Proyecto de familia? entonces me quedo pensando, o esta me esta tanteando o me quiere casar con Cecilia, que dicho sea de paso es bastante fulera, no, no es mi prioridad (prioridad, jamás uso esa palabra) ¿Administrativo? si, eso me gusta, y me comenta algo que no entendí, donde me explica que la sucursal creció, que la gente es poca, que Cecilia es nueva, que el gerente viene la semana que viene, y que después vas a tener otra entrevista, que el sueldo puede ser eso, o puede ser menos (me parece que hizo hincapié en la palabra "menos") y que vamos a ver que pasa, que no quiero que te ilusiones y que no es seguro, pero que puede ser y que veremos, ergo, nada y todo. La semana que viene me llaman de nuevo y se verá. Luego me voy, me dirijo hacia la ría y emprendo el camino a casa, frió y viento me acompañan, también lo hacen unos auriculares que escupen puro rock and roll. Hasta el momento que llego y leo tu carta diciendo algo de hacer el amor durante horas y horas, entonces me distraigo y comienzo esto que parece que nunca acabara mientras no pueda levantarme de este asiento, y sin embargo, no quiero dejar de escribir, porque las letras se van uniendo formando palabras y todas ellas son para ti, para que luego de ir a pasear por las góndolas del supermercado, donde planificas tu alimento semanal, tu bebida y tu shampoo, llegues y leas todo esto, la peripecia de la entrevista, donde yo no fui yo, sino un ser completamente respetable (y no es que no sea respetable, pero ambos sabemos lo que soy) y donde me comporte como adulto responsable y conteste preguntas de toda índole sin interesarme demasiado por las respuestas que daba, ya que son respuestas armadas a preguntas mil veces escuchadas. Entonces no me atrevo a releer, pero se que tu lo harás, y me regocijo en ello. Total, que en la entrevista me fue bien.