Han pasado ya varios años desde que se acuñara el término “Desarrollo Sostenible”, despegó con la rememorada, una y otra vez, Conferencia de Río de Janeiro, aunque su invención es anterior, desde entonces no se ha dejado de utilizar como argumento para estructurar y planificar la política económica de muchos países.
A finales del siglo XX, un grupo de países del autodenominado primer mundo anuncia que el sistema de producción actual destruirá el mundo que conocemos, ponen como ejemplo sus propios casos para evidenciar el agotamiento de los recursos naturales, el nivel de contaminación en sus sistemas hídricos y ambientales, así como los efectos secundarios en la salud de su población. Proponen cambiar los engranajes económicos para salvar a este mundo de un posible colapso en el futuro, es aquí donde se perfila una de las mayores MENTIRAS que se han construido en nombre del bien de la humanidad. Desde mi formación como geógrafo y desde mi labor profesional como educador medioambiental, me atrevería a afirmar que se está tomando el pelo desde los países que dominan el mercado global para seguir manteniendo intactas sus cuotas de mercado. Se le está diciendo a los países en vías de desarrollo que no pueden contaminar en su proceso de crecimiento económico, que deben hacerlo de forma escalonada y con procedimientos que tengan un bajo impacto en el medio ambiente. De este modo los “países desarrollados” perpetúan su situación privilegiada sin miedo a ser alcanzados por un buen número de países que en los últimos años han avanzado a pasos agigantados ( Corea del Sur, Vietnam, Chile, Polonia, etc...) y que en un relativamente corto periodo de tiempo podrían alcanzar cuotas importantes en la economía mundial.
Alguno podría pensar que justifico entonces el crecimiento indiscriminado, no es así, defiendo la igualdad de oportunidades, los países desarrollados han aprovechado durante siglos su poder colonialista para alcanzar el estatus económico que poseen actualmente con el que han podido establecer una sociedad del bienestar que abarca un amplio porcentaje de su población.
Ahora quieren engañar al resto, por un lado, sus países ya no están tan contaminados, pues sus procesos productivos más contaminantes los han trasladado a países en vías de desarrollo y por otro lado siguen manteniendo el pié en el acelerador de las ganancias. Por ello opino que el término “ Desarrollo Sostenible “ debería pasar a llamarse “ SUBDESARROLLO SOSTENIBLE”, una atadura invisible que maniata el desarrollo económico de muchos países para provecho de los mismos de siempre. Es conocido por todos que países como Estados Unidos, Reino Unido y Japón compran cuotas de contaminación a otros países, no se puede tener menos vergüenza, si esta situación se sigue manteniendo explotará algún día, hoy en día existe en los países desarrollados un miedo soterrado a lo que se les viene de más allá de sus fronteras, no es otra cosa que el miedo a la reacción que puede tener la MISERIA del resto del mundo y que se vayan enterando, a la rabia que produce la miseria no se le vence con bombas, tanques ni ocupaciones ilegales.
Se que muchos buscan en la columna dominguera una sonrisa, les pido perdón, hoy les ofrezco una reflexión, ahora, desde aquí les digo que la semana que viene se cagan de la risa.