y al final no eran tan obscuros los rincones ni tan profanos los pensamientos. Miras bien de cerca quiza no brillan a distancia pero se alzan entre manos. Es mi pluma; no suaviza coyunturas más sacude baúles empolvados De seda, no son así mis manos y no serán aunque tu quieras. ¡Pero amarán! firme, cocerán los ocasos minados ¡y verás!, que haré tu corazón alado.
Texto agregado el 07-11-2007, y leído por 284 visitantes. (14 votos)