No me molestaría que me clavaras un puñal en el corazón
Ya que lo hiciste una vez y lo resistí.
Aunque te burlabas cuando tambaleaba
Después del mortal toque que me diste.
Casi inconciente camine a tu lado y te vece.
Fue un beso tan agonizante que ni bien solté tus labios me desmaye
Cuando desperté me encontraba en un saco y podía reconocer el ruido y el movimiento
De un auto, en el cual supongo tú me habrás puesto.
Me desangraba lentamente…
Y sentía como mis fuerzas se iban poco a poco.
De un momento a otro el auto se detuvo
Y vi como se habría la maletera, esperando ver asomar tu rostro, aguardaba
Pero…
Que sorpresa me lleve al ver a alguien conocido abrirlo
Lo mire y me miro
Y sarcásticamente ser rió
Me levanto, poniéndome en sus hombros con brusquedad
Y solo dijo unas palabras, explicándome el porque lo hacia
Con esfuerzo caminaba, ya que mi peso lo molestaba,
Luego en el saco pude ver un pequeño agujero
Por el cual yo miraba
Todo lo que pasaba,
En eso pude reconocer donde estábamos
Y mi cuerpo se estremeció.
Al ver que iba ser lanzado por un puente
Cuyo fin era un lago.
No pude Hacer más,
Solo derramar unas lagrimas y pensar en ti.
Cuando me encontraba cayendo en el vació.
Hice un enorme esfuerzo para concentrar mis fuerzas
En la voz y gritar tu nombre.
Al caer en el lago, lo vi todo muy claro
Tu total apatía contra mi persona
Y tú desamor en tus caricias
Me quede atónito ante tal fútil descubrimiento.
Lo vi todo perdido.
Poco a poco el lago me tomaba en su suerte
Y de pronto un incidente tonto
Me salvo del ahogo.
Me dio ganas de vivir nuevamente,
Así que lo hice
Me recupere satisfactoriamente
Y volví a tu lado para ver si aun me “querías”.
Por eso te digo que
No me molestaría que me clavaras un puñal en el corazón,
Otra vez.