Buenas noches,
encorvadas en pergaminos
desastrosos y manos polvorientas.
Migran desde la pesada
cresta rota,
la amarga ola y el sonido
frígido del
mañana.
El ayer es una excusa,
tarima de miradas necias,
gargantas secas, pegadas,
anegadas a
cristales sucios.
Manantiales absurdos
en las lluviosas tardes
de migraña
silenciosa…
Líbido,
perniciosa
saliendo de esta
morada ciudad.
Negra por un desierto inútil,
caminante,
dormido,
castigado,
inmundo,
fácil bajo el ojo plateado
y tantos males juiciosos;
crispan mis venas,
silban
el rencor
de la vida abortada.
Otra pelea perdida,
otra caminata,
olvido,
perdón,
sollozos, gritos junto a tu cama,
luego amantes ritos.
Buenas noches
no más
buenos días.
Soledad, ausencia,
rabia, mucha rabia, odio, tripas enredadas,
se condensan las fronteras,
la suciedad.
Esa lógica del alma,
la fragilidad del hoy
más tarde,
siempre, ahora, luego tirado,
jugando a no respirar,
haciendo del juego,
un acierto.
Autor: Daniel Rojas Pachas. “carrollera”
www.carrollera.ohlog.com
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