El olor permanece... Siguen allí, intactas, colgadas en la pared. Tres rosas rojas. Una más oculta tras la muñeca de papel. Secas, pero impolutas. Con el paso del tiempo nosotros también quedamos así. Recuerdo tan bien el momento de descubrir cada una de las cuatro rosas... Fue un bonito juego que me llevó hasta ti y dejó una (la primera) lágrima de entre miles que la seguirían Sin embargo, hay algo que sigue estando escondido, si te acercas... como les pasa a las flores.
Texto agregado el 06-11-2007, y leído por 115 visitantes. (0 votos)