Cuando me escondo en un cubo lleno de arena, mis pies empiezan a hundirse para liberarse del lodo.
Si encontraste mi cara asomada por una ventana rota, esperame y saldré hasta que veas mi angustia marcada.
Donde las cosas caen sobre tinta.Podría dormir aquí.
Si cada rezo en que no creo, rezara por tí. Voltearía tu cabello hasta trepar para mirar.
Cuando veo mis ojos, se nublan de espejismos, y mis piernas alcanzan a hundirse hasta lo desconocido de el dolor.
Regala caridad a mis brazos, que quieren abrazar algo suave al fin. Sin tijeras que lleguen a mi espina dorsal.
Como mariposas disecadas mi tronco está.
Y en la arena que va encontrando mi pecho, me escondo más y más.
Me llama y sin querer responder, me impulso dentro.
Mi corazón siente presión al ser exprimido por astutas ollas que quieren llenarse para gritar, y golpear y matar.
La arena empieza a mojarse de agua neutra, sin sabor, sin olor, con olor a sangre. Es mi sangre...
Mis ojos pueden ver todo, pero hacia adentro niegan su luminosidad. En tus ojos pueden ver el disfraz, mi miedo.
Empieza a faltarme el aire y mis pulmones empiezan a ver caer la arena dentro de ellos que siempre recibieron aires vitales. Gritan mientras inhalo pedazos de arena mojada, manchada ya.
No queda otro remedio mas que seguir inhalandola.
En mi cuerpo ha entrado la guerra que vencerá mi miedo.
Mis ojos se cierran para ver como adentro se acomoda en rincones la muerte que me quiere violar.
Y la arena entra por ellos como lágrimas que regresan al lugar de donde vienen.
Cuando trato de salir del cubo, la arena ha impulsado mi cabello a lo inalcanzable de la alegría.
Ha hecho trenzas en el mismo, mientras un remolino mueve mi cuerpo que va a caer.
Y la ventana se cierra cuando esperaba tu mirada que salvaría mi angustia. Porque pasaste por la calle que le da la vuelta al cubo y lo viste vacío.
No viste que estaba yo adentro. Y te fuiste..
Ahora siento mi cuerpo lleno por dentro y por fuera de arena mojada, que pesa. Que dentro de poco, ha de hacer que el cubo me trague.
Y podría dormir ahí.
Lo que ha sido de mí, pasa de largo las historias. Porque lo he visto.
El peso del agua es lo que me escondió.
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